
Los electrodomésticos sufren un deterioro desde el primer momento en que los compramos. Y no solo eso, sino que muchas veces necesitan cuidado específicos que desconocemos, o una limpieza a fondo cada cierto tiempo.
Nuestro lavavajillas, por ejemplo, requiere que lo limpiemos en condiciones igual que limpiamos los platos y vasos en él. Piensa en todo el trabajo sucio que tu lavavajillas está haciendo sin que tú repares en ello.
Para llevar a cabo esta limpieza bastan tres sencillos pasos y algunos productos que ya tenemos por casa. Para empezar, vaciaremos (como es obvio) el lavavajillas y buscaremos un recipiente como el que muestra la imagen (un vaso grande de plástico).

Después echamos vinagre dentro y ponemos nuestro programa de lavado sin nada dentro, esto ayudará a desinfectar.

Entonces ponemos abajo y en la parte de atrás un cacito con soda. Esto hará que esté fresco y limpio después del ciclo de vinagre. Es opcional, pero también podemos poner un poquito de lejía en este segundo ciclo de lavado con la soda.
Y por último seguir siempre consejos como no llenar demasiado tu lavavajillas o no dejar restos de comida en los platos, al menos no demasiado. Todo ello contribuye a acortar la vida de este electrodoméstico y hace que funcione peor.